7 de agosto de 2013

PALACIO DE SAN TELMO

Este edificio es una de las grandes muestras de construcción civil del barroco español, sufriendo a lo largo de los tiempos importantes remodelaciones debido a la diversidad de usos que ha soportado, en su origen, el Palacio de San Telmo debe su existencia a la decisión tomada en 1680 de fundar en Triana una escuela seminario, para recoger a niños huérfanos o desamparados como consecuencia de la gran epidemia de peste de 1649 que la ciudad no supo superar para enseñarles las técnicas náuticas para incorporarlos a la Armada Real.
Por otro lado, la paulatina disminución del tráfico con las tierras de ultramar, al trasladar el puerto de entrada y salida con esas tierras a Cádiz como consecuencia de que los buques de gran calado no podían llegar al puerto a través del río y posteriormente el traslado de la Casa de Contratación en 1717 a esa ciudad, supuso para nuestra ciudad una gran depresión económica, pero hasta ese momento, el mismo año de 1680, el que era Juez de la Casa de Contratación, Don José de Veitia y Linaje, es nombrado Secretario del Real Consejo de Indias, nombramiento muy importante para la futura Universidad Mareantes.
Ante esta situación surge la idea de la Universidad de Mareantes, al frente de la cual estaba Juan Pérez Caro, para ello, agrupó a los armadores, capitanes y pilotos, de aquellos navíos que realizaban la travesía a las Indias que vieron disminuidas sus operaciones, para que aportaran sus experiencias para impartir sus enseñanzas, para ello se instalaron en Triana, sin embargo la idea no cuajó en toda su extensión, ya que sus instalaciones no eran las idóneas funcionando más como hospital gremial.
Es entonces cuando acuerdan pedir autorización real a través del Presidente de la Casa de Contratación, para cambiar su ubicación al otro lado del río, sin embargo el lugar elegido tenía un inconveniente y es que su propietario, el Tribunal de la Inquisición, no estaba interesado en la venta de los terrenos sino que lo alquilaría por 9000 reales anuales, lo que les llevaría a múltiples pleitos consiguiendo al final su propósito.
En 1682 se coloca la primera piedra del nuevo Seminario, iniciándose de inmediato las actividades docentes, aprovechando que la finca contaba con Capilla, almacenes, casas, corrales y bodegas.
En el proyecto se contemplaba lo ya construido, de tal manera que en su fachada principal existían dos cuartos anexos y un mirador que conformaban el dormitorio principal, otra estancia igual a la anterior con su mirador que daba a los jardines y que sería el que serviría provisionalmente para acoger a los alumnos, el refectorio con otra habitación por encima en la que se instalaría la enfermería, la cocina y los almacenes.
Con respecto a lo que habría que construir según el proyecto elaborado sería:
·        Construir en la fachada principal un cuarto para acoger la escuela.
·        Otro para oficinas.
·        La futura Iglesia y su sacristía.
·      El patio principal, las dos salas para impartir matemáticas y para colocar un navío a escala real regalo del propio rey Carlos II.
·      La enfermería, otros cuartos para acoger al personal de enfermería, el zapatero y la panadería.
·        Un cuarto en la crujía de la fachada dividido en salas con miradores.
·        Las viviendas para el Diputado y el Mayordomo con sus dependencias.
El proyecto presentado al Rey Carlos II también contemplaba una escalera principal, que debería llevar, a requerimiento del propio Rey, cuatro tramos.
El aspecto final es de un gran rectángulo con torres en las esquinas, el lado que mira al río cuenta con una fachada monumental y las restantes más sencillas artísticamente. En la fachada sur se mantuvieron las antiguas dependencias. La fachada principal, se hizo en tiempos de los Duques de Montpensier, al igual que la magnifica portada de piedra del Salón de las Columnas.
El proyecto tuvo un gran empuje cuando el arquitecto Leonardo de Figueroa se hace cargo de la dirección de obra, al que le siguieron algunos miembros de su familia, cómo sus hijos Matías y Ambrosio de Figueroa y el hijo de éste, Antonio, que finalizaría el proyecto en 1776, como aparece en el Archivo de Simancas.    
Sin embargo la decadencia de la institución fundadora hace que en 1849 el edificio lo adquieran los Duques de Montpensier, Antonio María de Orleáns y Luisa Fernanda de Borbón, para convertirlo en Palacio, para lo cual le encargan al arquitecto Balbino Marrón las obras de reacondicionamiento, que le llevaría al aspecto exterior que hoy luce, convirtiendo el Palacio en el lugar que albergó la llamada Corte chica o Corte alternativa, hay que considerar que el Duque seguía el plan tramado por el Rey Luís Felipe de Francia para que el propio Duque sustituyera a su cuñada, la reina Isabel II.
El conjunto hasta el momento en que es adquirido por los Duques no cumplía con sus expectativas, para lo cual un año después, Balbino Marrón presenta el nuevo plano en el que ya no aparecen las edificaciones adosadas, además presenta las nuevas fachadas de Sur y de Levante.
 
En este periodo se construye el Salón de Columnas en el que fue dormitorio del seminario, la fachada consta de una arquería sobre columnas pareadas, en el centro levantó una portada de mármol de color, flanqueada por estípites y rematada por un balcón con las figuras de San Fernando y San Luís. Por encima sólo tiene la azotea delimitada por las dos torres.
La solería de Salón es de mármol, las pinturas del techo provienen del Palacio madrileño de Buenavista que hereda la Infanta María Luisa.
La nueva fachada de Levante, una vez demolidos los antiguos corrales, está inspirada en la delantera. La verja de las fachadas Norte y Poniente, son las actuales.
El Duque, tras un largo periodo ausente, como consecuencia de su destierro por conspirador contra la Corona y otros incidentes, vuelve a Sevilla y retoma el acondicionamiento del palacio, en el que colabora el arquitecto Juan Talavera.
Años después en 1893 la Infanta María Luisa de Borbón cede parte de sus jardines, 18,5 hectáreas, al Ayuntamiento de la ciudad, a los que posteriormente se le pondría su propio nombre. Este hecho supuso la reubicación de los pabellones de guardas y la construcción del Costurero de la Reina, todo un ejemplo de arquitectura neomudéjar.
Dos años después se completa la fachada Norte con la instalación de toda una serie de estatuas de personajes históricos vinculados a la ciudad,  cuyo autor es Antonio Susillo.
 
 
Los personajes son:
1. Juan Martínez Montañés, escultor nacido en Jaén en Alcalá la Real en 1568, de sus manos sale el Cristo de la Clemencia, el Señor de Pasión o la Inmaculada, conocida popularmente por la cieguecita. Fue todo un referente para los escultores de su época y siguientes. En su escultura aparece portando la cabeza del Señor del Gran Poder, obra de su discípulo Juan de Mesa.
2. Rodrigo Ponce de León, nacido en Arcos de la Frontera en 1443 y fallecido en Sevilla en el verano de 1492. Militar de valía contrastada en la conquista de Granada, destacado capitán de las tropas castellanas en todas aquellas batallas en las que intervinieron los Reyes Católicos para la Reconquista. 
3. Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, el gran pintor del barroco, pintor de pintores y más grande pintor que jamás ha existido. Autor de un catálogo de unos doscientos lienzos, todos ellos maravillosos. Sevillano nacido a finales de 1599 y fallece en Madrid el 6 de Agosto de 1660.
4. Miguel Mañara, nacido en Sevilla el 3 de Marzo de 1627, perteneciente a una destacada familia. Tras una vida llena de éxitos, le llega la hora de reflexionar sobre su futuro una vez que enviuda. Tras una serie de retiros en instituciones religiosas, decide su conversión y encamina su futuro a entregarse a los más desfavorecidos, para lo cual ingresa en la Hermandad de la Santa Caridad, cuya dedicación es dar enterramiento a los ahogados en el río, a los que lo hacían en la calle y a los ajusticiados, además de recoger a los pobres de las calles. Su plena dedicación a la obra, le llevó a poner a disposición de la Hermandad toda su fortuna, a él se debe la construcción del Hospital de la Caridad.
5. Lope de Rueda, versátil dramaturgo sevillano nacido en el año 1510, autor de una variedad de obras publicadas tras su fallecimiento en 1565. Como actor tuvo su propia compañía con la que tuvo un cierto éxito, tanto es así que se le reconoció como el precursor del teatro nacional español, actuando ante un variado público, eclesiástico, burgués e incluso ante la propia reina.
6. Diego Ortiz de Zúñiga, nace en Sevilla en 1636, perteneciente a la nobleza española e historiador, Caballero de la Orden de Santiago y Caballero Veinticuatro del Ayuntamiento. Autor de la obra sobre los acontecimientos vividos en la ciudad desde el siglo XIII al último cuarto del XVII, entre otras muchas obras. Siendo Miguel Mañara Hermano Mayor de la Santa Caridad, ingresa en la Hermandad en la que coincide con Murillo, Valdés Leal, Pedro Roldán o Bernardo Simón de Pineda. Sus restos mortales reposan en la Iglesia de San Martín tras su fallecimiento en 1680. 
7. Fernando de Herrera, poeta, historiador y crítico, nacido en Sevilla en 1534. Fue el miembro más destacado de la escuela sevillana de poesía del XVI, su dedicación intelectual y su afán por el conocimiento le valió el sobrenombre de “El Divino”. Fallece en 1597.
8. Luís Daoíz y Torres, militar y artillero nacido en Sevilla en 1767, héroe del levantamiento del dos de mayo de 1808 contra los invasores franceses. Participó en la defensa de Cádiz como artillero de la Armada, posteriormente a principios de 1808 es destinado al Parque de Artillería de Madrid, siendo el más destacado, junto con Pedro Velarde, en la insurrección contra las tropas francesas que dio lugar al comienzo de la Guerra de la Independencia. Muere ese mismo año como consecuencia de las heridas recibidas en su lucha contra un general francés.
9. Benito Arias Montano, escritor, teólogo y erudito nacido en 1527 en Fregenal de la Sierra en Badajoz, participó en el Concilio de Trento en 1562, estudioso de las lenguas clásicas cómo el latín, el griego y el hebreo, editor de la Biblia políglota Regia, nombrado capellán de Felipe II y consejero en Flandes y Portugal. En 1584 renuncia a todos sus cargos y se retira a nuestra ciudad en la que muere en 1598.
10. Bartolomé Esteban Murillo, pintor sevillano nacido en 1617. Huérfano  a los nueve años, inicia sus estudios en el taller del pintor Juan del Castillo. Su primer encargo fue una serie de cuadros para el desaparecido Convento de San Francisco. Su característica principal es la dulzura y el realismo que imprime a sus obras, buena prueba de ello la Virgen con el Niño o las Inmaculadas, de las que realizó varias y que se encuentran expuestas en los principales museos. Fallece en 1682 y sus restos se encuentran en el lugar que ocupaba la Iglesia de Santa Cruz.    
11. Fernando Afán de Ribera, nace en Sevilla en 1584, político y humanista, tercer Duque de Alcalá y Marqués de Tarifa, fue virrey de Nápoles y Gobernador del Milanesado. Adelantado Mayor de Andalucía, vicario del Rey en Italia y embajador ante la Santa Sede. Ministro pleniponteciario en el Congreso de Colonia de 1636 que buscaba la pacificación de los muchos conflictos que sufría Europa. Su larga estancia en Italia le llevó a coleccionar muchos objetos clásicos que hoy podemos ver en la casa familiar, la Casa de Pilatos. Fallece en 1637.
12. Fray Bartolomé de las Casas, religioso sevillano nacido en 1474, defensor de los derechos de los indígenas en la colonización del Nuevo Mundo. Inicia sus actividades en esas tierras en 1502 en la Isla la Española. Su pensamiento en que la Evangelización era el principal motivo de la presencia española en América, le llevó a proponer a la Corona la reforma de las Leyes para evitar los muchos abusos de los colonos hacia estos indígenas, algo que consigue cuando accede al Trono Carlos I, sin embargo la propuesta fracasa por la resistencia de los indios y las represalias de los colonizadores con lo cual su empeño no lo pudo poner en práctica. Tras ser nombrado Obispo de Chiapas en Méjico regresa a Castilla en 1547 para no volver. Fallece en 1566.
Los jardines ocupaban una extensión de 20 hectáreas, en los que se podían apreciar colinas artificiales o estanques, así cómo una huerta dedicada al cultivo de naranjos.
La muerte en 1897 de la Infanta María Luisa de Borbón significaría para la Archidiócesis el traspaso de la propiedad de todo el conjunto, con la obligatoriedad de instalar en él el Seminario Eclesiástico, con lo cual su interior sufrió de nuevo otra transformación, de la que se encargó Juan Talavera, construir nuevas habitaciones para acoger a los numerosos estudiantes seminaristas y transformar los patios para asueto y dar luz a las nuevas estancias, comenzó a funcionar como tal en 1901.
Con la Exposición del 29 los jardines sufrieron una seria remodelación, en la que el propio arquitecto Aníbal González interviene modificando la traza para que en una parte de ellos se abriera una calle que los atravesaría.
El principal objeto de admiración del edificio es su portentosa portada barroca, sus cuerpos que ascienden apoyados en columnas, el espléndido balcón central del primer cuerpo apoyado en atlantes que representan a los indígenas americanos en clara alusión al pasado americanista y el remate, en el que aparece San Telmo recortado contra el cielo dando un efecto transparente.
 
 
 
El patio central presenta una gran variedad ornamental propia de los artífices de la obra, la familia Figueroa, la proporcionalidad de las arcadas en su planta baja, las pilastras y guardapolvos de los balcones de la planta alta, con su decoración con motivos vegetales y cintas de cerámica azulada.
 
 
 

En el lado oeste, la Torre del Reloj y su extraordinario remate de tambor de columnas de ladrillos revestidos, en el que se apoya el copete con volutas de ladrillos y bicromía blanca y azul.
 
La Iglesia es otra muestra, magnífica, de la familia Figueroa, destaca el profundo camarín que da al jardín, está revestido en su exterior por ladrillos con los escudos acreditativos del patrocinio Real y la esfera representando el pasado en la enseñanza náutica.
 
 
La situación del camarín proporcionaba luz natural al recinto que albergaba a la Virgen del Buen Aire, cuya autoría es de Juan de Oviedo de 1600, todo ello es un claro recurso ilustrativo del barroco, estaba dispuesto para que al cubrir el hueco con telas de seda de distintos colores, la luz que se tamizaba al interior daba al conjunto el color litúrgico que tocaba, algo que se ha perdido en la actual posición del retablo, obra de Domingo Martínez realizado entre 1724 y 1732, al igual que cuatro grandes lienzos a la infancia de Jesucristo y a los jóvenes estudiantes para cuyos fines se creó la fundación. Destaca en el presbiterio el de Jesús con los niños de 1725, cuyo fondo es la propia portada del Palacio.
Los cuatro retablos restantes que se encuentran en la nave están alojados en arcos hornacinas rehundidos, proporcionando una total integración en ese interior barroco, en el que se nota una cierta influencia de Duque Cornejo, del que son las imágenes de San José y San Antonio, que se encuentran en sus respectivos retablos, así cómo siete ángeles pasionarios cuyas tristeza melancólica reflejadas en sus rostros recuerdan la expresividad de la tía del autor, Luisa Roldán, la Roldana.
En 1989 se firma la cesión de todo el conjunto a la Junta de Andalucía, posteriormente se llevó una profunda remodelación, una restauración de lo recibido y la rehabilitación para darle la funcionalidad necesaria para la que iba a ser destinado.

RESUMEN CRONOLÓGICO

  • 1681. Bajo el patrocinio de la Corona se funda en Sevilla un colegio seminario para recoger los niños huérfanos, desamparados y enseñarles la marinería, el pilotaje y artillería. Se adscribe su gestión a la Universidad de Mareantes, asociación profesional de gentes de mar con sede en el barrio de Triana. Primeras propuestas para la construcción de un edificio institucional en el citado barrio.
  • 1682. Por razones de espacio y de coste no es posible construir en Triana la sede colegial. Se elige en su lugar una finca “ a la banda de la ciudad… junto a san Telmo” ocupada por el barrio de Marruecos. El 18 de enero de 1682 la institución comienza su actividad docente en las casas y almacenes del barrio. Al tiempo, se inicia la construcción del colegio. El arquitecto Antonio Rodríguez está al frente de las obras hasta su muerte en 1707.
  • 1690-1703. Gran actividad constructiva coincidiendo en una etapa de bonanza económica. Un informe de 1703 confirma el estado de las obras, tanto en lo construido como en lo pendiente por construir. Lo levantado eran 2/5 partes, que funcionaba con varias construcciones anejas, algunas viejas y otras nuevas, con distinta altura y para atender diferentes servicios del colegio y que permanecieron adosadas a sus fachadas sur y este.
  • 1713. La construcción está paralizada.
  • 1721-1724. El arquitecto Leonardo de Figueroa formando sociedad mercantil con el maestro mayor de carpintería Juan Tomás Díaz, retoman la dirección de la obra. Figueroa levanta nuevos planos e hizo cambios significativos en el eje central (portada-zaguán-claustro principal-iglesia). Lo más importante, además del lenguaje arquitectónico y ornamental del proyecto reside en el cambio de plan de la iglesia que se plantea y construye como ahora está, perpendicular a la crujía y marcando el eje axial de todo el edificio, como final simbólico del itinerario que se iniciaba en la gran portada.
  • Decoración de la capilla con la participación de los artistas Domingo Martínez (pintor), Pedro Duque Cornejo (escultor) y José Maestre (arquitecto de retablos).
  • 1724. Inauguración de la capilla. Matías de Figueroa, hijo de Leonardo, se incorpora a la dirección de obra y construye los tres camarines y el transparente.
  • 1740-1750. Se siguió trabajando al norte del eje simbólico y en la fachada principal, que en 1757 llegaba casi hasta la Torre NO. En esa fecha se habilitaba el último gran espacio del colegio,  la “sala de juntas”.
  • 1776. Tras otro periodo de inactividad, el arquitecto Antonio de Figueroa, nieto de Leonardo, presentaba un plan para continuar las obras que le es aprobado. Nuevas interrupciones.
  • 1787. El colegio pasó a jurisdicción del ministerio de Marina y se transformó en colegio-seminario de náutica por R.D de 8 de julio. El arquitecto Lucas Cíntora se hizo cargo de la construcción, terminando el claustro, la escalera y continuando la fachada principal hasta la Torre Norte.
  • 1841. Se suprime el colegio de San Telmo de Sevilla, adscribiendo los alumnos al de Málaga y se crea un Colegio Naval Militar para instrucción de los jóvenes que se dediquen a las varias ramas científicas de la Marina. Este colegio iba a ser instalado en San Telmo, pero una R.O. de 23 de junio de 1841 lo fijó definitivamente en El Ferrol. El edificio de San Telmo permaneció cerrado y sin uso bajo jurisdicción militar.
  • 1847. El edificio se adscribe al Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas encomendándose su gestión a la Universidad Literaria. En mayo de 1847 se aprueba instalar en San Telmo un colegio de titularidad privada.
  • 1849. El Estado enajena San Telmo y su huerta a la Infanta de España María Luisa Fernanda de Borbón Nápoles y su esposo Antonio Felipe María de Orleans, Duque de Montpensier, para su residencia familiar. El edificio del histórico colegio comienza a ser llamado “Palacio de San Telmo”. El arquitecto Balbino Marrón dirige un amplio programa de obras que incluyen las nuevas fachadas S. y E. con la torre, así como muy importantes transformaciones interiores. Se construye el magnífico salón de baile.
  • 1850-1855. Los nuevos propietarios amplían la finca con sucesivas incorporaciones de huertas limítrofes (convento de San Diego, huerta de la Mariana, huerta de la Isabela, etc.) que suman más de 20 hectáreas.
  • 1868. Revolución dirigida por el General Prim y financiada en parte por Montpensier que es condenado al exilio en Portugal. Las obras quedan prácticamente paralizadas (Barrón había muerto en 1867). Montpensier fue condenado a destierro dos veces más en marzo de 1870 y en marzo de 1871.
  • 1876. El duque recibe permiso para volver a España, instalándose nuevamente en San Telmo. Obras del arquitecto Juan Talavera, entre ellas, el denominado “Costurero de la Reina” (1893).
  • 1893. La infanta (viuda desde 1892) dona al Ayuntamiento de Sevilla 18,5 hectáreas de jardines para un parque público (actual parque de María Luisa).
  • 1895. Se concluye la fachada N del palacio, rematándose el pretil de la azotea con una serie de estatuas de personajes históricos obra del escultor Antonio Susillo.
  • 1898. Por disposición testamentaria, la Infanta lega el Palacio de San Telmo a la Archidiócesis de Sevilla.
  • 1901. Inauguración del Seminario Metropolitano de San Isidoro y San Francisco Javier. El edificio comienza a transformarse. Obras de Juan Talavera en la planta principal para conseguir aulas, aunque no deformó las crujías ni produjo alteraciones de la volumetría. Impactante cambio del vacío del antiguo patio apeadero y picadero de los Montpensier por cuatro patios de proporciones más reducidas, resultado de la compartimentación llevada a cabo mediante una estructura de crucero elevado, pensada para agregar nuevas habitaciones para dormitorios.
  • 1921-1924. Ayuntamiento y Archidiócesis negocian la venta del edificio a la ciudad. Un informe negativo de la nunciatura cierra el expediente.
  • 1929. Venta y segregación de una porción de los jardines de San Telmo de algo más de 62.000 m2 destinada a la Exposición Ibero-Americana.
  • 1926-1929 Los arquitectos José María Basterra y Emiliano Ammán llevan a cabo una regularización del edificio simetrizándolo con la apertura de nuevos e importantes patios. La herencia del barroco, más Marrón y Talavera, es profundamente alterada en las zonas norte y sur, también Figueroa recibe su impacto en el registro central del edificio.
  • 1952 Voraz incendio en la crujía principal de notables consecuencias el patrimonio documental y bibliográfico de San Telmo. La escalera principal vio desplomarse su cúpula, llegando el fuego hasta la torre de la enfermería y cubriendo un frente de 51 m. El rectorado, el departamento contiguo a la biblioteca y el torreón se vieron singularmente afectados.
  • 1953. El arquitecto Antonio Illanes del Río restaura lo afectado por el incendio y construye una nueva cúpula en la escalera principal.
  • 1962. Intervencionismo desprejuiciado. El edificio sufre su más grave agresión patrimonial con la construcción de las llamadas camarillas, por José Galnares, con el objeto de multiplicar la ocupación residencial del seminario.
  • 1968. Decreto 886/1968, de 6 de abril (BOE núm. 103, de 29 de abril), por el que se declara monumento histórico artístico el Palacio de San Telmo de Sevilla, con el jardín contiguo al mismo.
  • 1982. Restauración de la portada barroca por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra.
  • 1989. Cesión institucional del edificio a la Junta de Andalucía. La Consejería de Economía y Hacienda encarga la primera fase de las obras de restauración al arquitecto Guillermo Vázquez.
  • 2005-2010. Segunda fase de la restauración y rehabilitación del edificio según proyecto del mismo arquitecto. Se incluyen la intervención en los bienes muebles de la antigua capilla por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura.





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